martes, 26 de agosto de 2008

Inspección técnica

Ahora que estoy a punto de cumplir los cuarenta
y me voy oxidando casi sin darme cuenta,
quiero darme un repaso, estudiarme con calma
y mirar en qué cosas debo ajustar el alma.
Voy a dejar a un lado aspectos materiales
y, como no soy joven, los sueños e ideales;
miraré solamente aquello que perdura
porque temo que tengo, como la piedra dura,
los oídos cerrados, la boca con arena,
la mente aletargada, y un tacto que me apena.
Cuántas veces fallé, y cuántas, cuántas veces
lo que antes era hermoso salpiqué con mis heces,
cuántas veces hablando se me escapó una ofensa
y me quedé ignorado, triste y sin recompensa.
Qué de tiempo perdido, sin nada de provecho
creyendo que bastaba vivir como el barbecho,
cuántas horas de ausencia, mirando hacia otra parte
sin quitarme la venda, sin jugar el descarte.
Cuánto absurdo egoísmo, cuánto daño inconsciente,
cuántas lamentaciones, cuánto hollín en mi mente,
cuántos trenes perdidos por cruzarme de brazos,
cuántos buenos proyectos fui haciendo pedazos,
cuántas noches de abuso que acabaron en lloros,
cuántos ídolos falsos confundí con tesoros.
Debo limpiar las juntas, revisar los tornillos
de mi alocada vida, hasta que salgan brillos
y cambiar el aceite y poner nuevas gomas
y vigilar los humos que hay en mis cromosomas,
debo engrasar los frenos, calibrar el volante,
inspeccionar las luces para ver por delante,
y reparar los golpes de la carrocería,
abollada de tanto descuido y tontería.
Ahora que estoy al borde de mi cuarto decenio
y que incurro en heridas, falsedad y mal genio
voy a poner a punto mi humildad y ternura
y a rociar mis sentidos de una nueva pintura
y así, de ese modo, bajo mi nuevo aspecto
ser un poco más justo y menos imperfecto
para que nadie pueda reprocharme que hoy
mis actos van dejando huellas de lo que soy.

© Juan Ballester


Si quieres escucharlo recitado por Odulina Sanuy pincha aquí:

http://www.goear.com/listen/85edbd3/inspecciã³n-tã©cnica-juan-ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Escrito el 13 de febrero de 2000, y supone una reflexión o balance de los 40 años que estaba a punto de cumplir.