sábado, 20 de septiembre de 2008

Caminos

Es difícil saber,
es difícil mirarse a través de los poros,
colocar cien espejos en el alma
que reflejen un sentimiento, uno solo.

Es difícil llorar,
abrir el dique al corazón que vuela
y dejarse regar por ese algo innominado
que no es amor, ni sueño, ni esperanza ni piedra.

Es difícil andar,
salvando los guijarros que el sol cubre de fuego,
quemando etapas cargadas de espantapájaros
con tu mismo aspecto.

Es difícil vencer
cuando en la batalla luchas contra ti mismo,
con tus mismas armas
y los cadáveres asolan tu destino.

Es difícil llegar
entre un laberinto de senderos inciertos
que inventan con malicia
la podredumbre de tu propio infierno.

© Juan Ballester