viernes, 5 de septiembre de 2008

Cita a ciegas

Aún son extraños.
Aún son dos extraños
sentados a la misma mesa,
al fondo.
Bajo la araña
de cristal procuran no mirarse,
no respirar ese aire común
que les azota,
que se alza entre ambos.
Ella lee el periódico,
lee en su pulso alterado,
en el hormigueo que recorre
su entraña.
Él escucha
el silencio monótono de la tarde,
la algarabía de sus células grises,
las formas caprichosas
del humo de su cigarrillo.
Un clavel rojo sobre la mesa
y una corbata con corazones
son cómplices de su desencuentro.
La tarde declina
sobre la esquina muda del café.
Ella guarda su flor
en el bolso.
Él se arregla
el nudo de la corbata.
Piden la cuenta. Se marchan.

© Juan Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Escrito en la primavera de 1997.