Todo está preparado.
El escenario, un cuarto
débilmente iluminado y en silencio.
El altar, una cama
revuelta y escasa de ropajes.
Las flores, unos ojos
mirando desde el borde de un portarretratos.
La madrina, una musa
cansada de milagros y de versos.
Testigos, las paredes
desnudas a no ser por dos cuadros
engalanados para la ocasión.
El oficiante, un cuaderno
casi repleto ya de inútiles poemas.
Los contrayentes, yo
desnudo de etiqueta y esperando
y una ausencia que vuela,
y un nombre que pronuncio por lo bajo.
Una noche más
habrá que suspender la ceremonia
por falta de asistencia.
Una noche más
que me quedo compuesto y sin novia.
© Juan Ballester
3 comentarios:
Precioso poema, tan sencillo y tan conmovedor. Seguiré leyéndote.
Un saludo
Felisa
Escrito el 28 de junio de 1998.
Muy gráfico y emocional. El escenario y el sentimiento bellamente pintado con palabras. AAMC
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