Suburbios de la mente,
callejones estrechos donde late el pecado,
terrenos pantanosos donde el vicio sestea,
donde habita el veneno.
Suburbios de la mente,
fieras innominadas que vigilan la noche,
piltrafas de uno mismo que exigen su alimento,
que cobran su tributo.
Barrios que se visitan
cuando el olvido escribe su autógrafo en el alma,
cuando los pies se quiebran y la boca está seca,
cuando el tiempo se agranda detrás de cada esquina.
Parajes malolientes
vacíos como el polvo de unos zapatos viejos,
crueles como la mano cerrada en el bolsillo,
terribles como el eco de un ayer retornado.
Suburbios de la mente,
llantos que nos ensucian sin saberlo
una tarde cualquiera.
© Juan Ballester
Si quieres escucharlo en mi propia voz, pincha aquí:
http://www.goear.com/listen.php?v=9280199
2 comentarios:
Escrito el 24 de enero de 2001, uno de esos días negros en los que todo parece salir al revés de como uno lo planea, en los que quisieras adelantar el reloj, en los que se corre el riesgo de cometer una tontería irreparable.
Se nota esa desesperación en el poema, menos mal que no te dio por hacer ninguna tonteria.
Un saludo
Felisa
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