jueves, 13 de noviembre de 2008

Con tu ausencia

Con tu ausencia paseo, con tu ausencia,
y por tus ojos muero, por tus ojos,
los abrojos me duelen, los abrojos,
y en la demencia caigo, en la demencia.

No hay ciencia que te traiga, no, no hay ciencia
que estos enojos calme, estos enojos,
ni de rastrojos limpie, de rastrojos,
mi conciencia intranquila, mi conciencia.

Al recordar tu rostro, al recordar
esos besos tan dulces, esos besos
tan cálidos, mi amor, siempre tan cálidos,

quiero gritar sin voz, quiero gritar
que están presos mis sueños, que están presos
como inválidos peces, como inválidos.

© Juan Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Lo escribí, partiendo de un verso de Pedro Salinas, el 15 de abril de 1998, con sorprendente facilidad, a pesar de la rima interna que introduzco en cada uno de los versos, consistente en comenzar y terminar de la misma forma. Creo que esto técnicamente se denomina epanadiplosis.