Pero la noche avanza

Recorro paso a paso tu mirada
envuelta en un cartón de cera y nieve.
A lo lejos, flotando, se adivina
ese silencio ausente que te oculta.

Ese silencio ausente, ese sollozo,
ese mar de lejanos oleajes.
Pero la noche avanza, y en mis ojos
asciende imperceptible la marea.

El vuelo de las aves me acompaña,
la sangre de mis penas se estremece.
Ahora no soy yo, soy un enigma
de sombra, barro, sed, fuego y guijarros.

La noche ya. La noche avanza y cruje
sobre el frío retrato en donde esperas.
Mañana es un recuerdo sin orillas
que acaso ha de llegar para salvarme.

© Juan Ballester