En este rincón árido de mi jardín sombrío
que hoy el otoño cubre con desnudez suprema,
escribió ayer mi pluma el más bello poema
y alivié los calores del bochornoso estío.
En este rincón quieto y siempre predilecto,
que con tanta frecuencia mi soledad contuvo,
sólo encuentro tristeza donde frescura hubo
y no queda una flor ni una hoja o insecto.
Rincón de mi jardín, mi refugio sagrado
que a menudo ocultaste mi incontenible llanto,
en donde tanto he soñado y he sufrido tanto,
añoras esos días en que estuve a tu lado.
Qué frío es este viento, qué húmeda esta escarcha,
qué aspecto tan distinto tu árbol y tus flores,
nada te resta ya de antiguos esplendores:
jardín del alma mía, tu juventud se marcha.
© Juan Ballester
1 comentario:
Escrito en diciembre de 1994.
A pesar de su tristeza y de sus muchas imperfecciones, creo que no me desagrada del todo.
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