jueves, 15 de enero de 2009

Versos de esperanza

Tu hija es una joya en donde te reflejas,
un espejo inocente que repite tu imagen,
y será tu legado cuando a tierra te bajen
entre adioses y lágrimas, entre flores y abejas.

Tu hija es otra carne, pero esa carne es tuya,
es fruto de tu seno, del amor y esperanza,
es la herencia que dejas, el fruto que te alcanza
cuando, como un suspiro, la existencia te huya.

Tu hija, ese misterio que llevaste en el vientre,
esa perla escondida, esa lucha constante
que con mil sacrificios has sacado adelante,
será tu recompensa cuando el sueño te encuentre.

Tu hija... La has criado. Has visto día a día
cómo ese tierno barro crecía entre tus dedos,
has sufrido sus lloros, has temido sus miedos,
has gozado sus pasos, reído su alegría.

Tu hija... Cuántas horas de soledad borradas,
cuántas satisfacciones, cuántos sueños cumplidos,
cuánto camino aún de recuerdos y olvidos,
de diablos y duendes, de ángeles y hadas.

Tu hija, ese orgullo de ser madre y esposa,
ese apoyo futuro, ese sol que te alumbra
mientras tú te encaminas, despacio, a la penumbra
que te hallará sonriente, satisfecha y hermosa.

© Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Escrito el 31 de diciembre de 1999.
Esperanza se llama la hija de la mujer a quien se lo escribí; de ahí precisamente el título del poema, aunque por supuesto puede aplicarse a cualquier madre respecto de cualquier hija.