Me busco vivo o muerto.
He puesto precio a mi cabeza
llena de pájaros,
llena de sinfonías silenciosas.
Si alguien me encuentra
ruego me lo comunique de inmediato
llamando al número que aparece en pantalla
(precio de la llamada
23 pts/minuto día y 18 pts/minuto noche).
Ofrezco recompensa,
bonos-descuento para comprar sentimientos,
entradas gratis para asistir a un concierto de ángeles cantores,
pases especiales para verme actuar
haciendo el ridículo que luego llamo versos.
Me busco vivo o muerto,
a ser posible vivo, no sea que luego
no me dejen reír en la otra vida
(no me gustaría pasarme toda la eternidad
con cara de Inspector de Hacienda),
vivo, y a ser posible coleando
aunque quede claro que no soy un pez.
Mi nombre no importa,
Juan o Santiago o Ismael o cualquier otro,
ya no recuerdo dónde vivo,
sólo dónde muero.
Por eso he puesto precio a mi cabeza.
© Juan Ballester
1 comentario:
Escrito el 25 de abril de 1998, con algunos detalles que me gustan y otros no tanto.
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