Tienen sobre nosotros una ventaja:
¡la libertad de las alas!
J.R. Jiménez
Los pájaros tienen la libertad de las alas,
la libertad de cantar sin que nadie les calle
y aunque algunos pretenden silenciarlos con balas
ellos tienen la voz que atruena en cada calle.
Los pájaros tienen la libertad de su vuelo,
de cruzar las fronteras sin mostrar pasaporte
y surcan las alturas o bajan hasta el suelo
cuando les apetece, sin extraviar su norte.
Los pájaros tienen la libertad de sus plumas,
de ser suaves y blandos cual manos femeninas,
y aunque su timidez se oculta entre las brumas
reinan sobre los prados, ciudades y colinas.
Los pájaros tienen la libertad de ser aves,
de ser aventureros que viven fugitivos,
difundiendo sus trinos armónicos, suaves,
como una acción de gracias por mantenerse vivos.
Los pájaros tienen la libertad de la altura,
de poder observar el mundo desde lo alto,
tienen la libertad del viento y la ternura
y esas migas que, a veces, brotan entre el asfalto.
© Juan Ballester
1 comentario:
Escrito a mediados de febrero de 1997, partiendo de un verso de Juan Ramón Jiménez que cito al comienzo del poema.
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