Cuando el tiempo no pasa
y mis manos se arrugan como si fueran versos
y mis ojos se queman como sueños sin nombre
y mi boca se quiebra
esperando la tuya en un bosque de arena.
Cuando el tiempo no pasa
y todas las gaviotas explotan en mi rostro
y todos los silencios devoran las esquinas
y todos los semáforos
enloquecen queriendo mitigar tu distancia.
Cuando el tiempo no pasa
y a lo lejos los perros ladran que hoy es octubre
y suenan ambulancias por mis venas
y las maletas sienten frío en las cremalleras
sabiendo que esta noche me llenarás de pétalos.
Cuando el tiempo no pasa
y la felicidad me llena los bolsillos
y los ordenadores colapsan los recuerdos
y las bocas de metro se alimentan
del probable sabor de tus pies de canela.
Cuando el tiempo no pasa
esta mañana lenta en que te espero
empapado en sonrisas.
© Juan Ballester
1 comentario:
Muy bueno, me quedo con la última estrofa.
Un beso.
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