martes, 3 de septiembre de 2013

Décima de la sala de espera

La sala de espera, llena,
y el doctor que no nos llama;
lo mismo, viendo su fama
esa circunstancia es buena;
igual se nos va la pena
o aún mejor, el dolor,
y dejamos al doctor
con un palmo de narices,
porque para ser felices,
tenerlo lejos, mejor.

© Juan Ballester

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