sábado, 6 de septiembre de 2008

Estrella fugaz

Voy siguiendo la estela de una estrella fugaz,
de un rayo luminoso que me engaña a sabiendas
de que, tal vez mañana, explotará en el cielo
dejándome extraviado, solo, sin esperanza.

Como un mago de oriente pongo rumbo a ese astro,
me desprendo de todo sin aspirar a nada,
solamente marchar, arrastrarme es mi sino
escaso de equipaje mientras la noche aumenta.

Me dejo seducir por su luz cegadora,
por brillos que creí del color de los sueños,
sin importarme apenas si llegará el mañana,
si tendré recompensa o me hundirá el vacío.

Ya no tengo palabras que puedan defenderme,
sólo aspiro al silencio de mis manos cansadas
mientras voy recorriendo las órbitas perdidas
de una estrella fugaz que vino a visitarme.

Mas no cabe el regreso, no sirve dar la vuelta
y volver a mi mundo que no es siquiera un mundo,
debo huir como huyen la paz y los vencejos,
la juventud y el tiempo, la amistad y las nubes.

Una estrella fugaz que apenas me conoce,
una ráfaga helada de fuego y de añoranza
es todo lo que tengo, es el triste bagaje
en estas horas tristes de mitad de mi vida.

© Juan Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Escrito el 6 de noviembre de 1999 en un parque del madrileño barrio de Usera.