jueves, 4 de septiembre de 2008

Viaje sin retorno

Me marcharé a las diez de la mañana
con escaso equipaje y sin vestido;
antes de lo que pienso me habré ido
por una senda oscura, gris, liviana.

Me quedaré sin puerta y sin ventana
habitando el silencio y el olvido,
ni habrá luz en mis ojos ni habrá ruido
que turbe mi vivir de porcelana.

Me iré con la mirada hacia lo alto,
con la boca repleta de poesía,
me iré para fundirme en el asfalto.

Me iré sin despedirme y en secreto
por la vasta región de la armonía
y quedará vacío mi esqueleto.

© Juan Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Escrito el 20 de mayo de 1998.