sábado, 18 de octubre de 2008

Mi mano

Mi mano es como plomo derretido,
como un cristal opaco que se funde;
ya no sabe escribir porque se hunde
en la desolación y en el olvido.

Es una gran araña venenosa,
un árbol arraigado en frío invierno,
resbala por las hojas de un cuaderno,
convierte la poesía en baja prosa.

Se me rompen los dedos poco a poco
porque en vez de ser carne son arcilla
y en lugar de ser hueso son pecado.

Mi mano, sortilegio que provoco,
es la bestia infamante que me humilla
con el silencio gris de mi pasado.


© Juan Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Escrito el 6 de abril de 1999.