martes, 7 de octubre de 2008

Te quedará mi mano


Cuando en el cielo veas que no quedan estrellas
y se sequen las gotas de agua en el oceano,
cuando por tu camino solo pisen tus huellas,
aún tendrás mi mano.

Cuando todas las bocas enmudezcan de pronto
y las puertas se cierren, golpeándolas en vano,
y cuando ser feliz parezca ser un tonto
aún tendrás mi mano.

Cuando cada palabra se pudra entre los dientes
y no te quede a nadie a quien llamar hermano,
cuando no tengas ríos para cruzar los puentes
aún tendrás mi mano.

Aún tendrás mi mano, tendida, generosa,
igual que una gaviota surca el cielo lejano,
llenando de amistad, de sueños cada cosa,
aún tendrás mi mano.

© Juan Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Escrito el 22 de septiembre de 2003 para Segis, un amigo de Orense.
Tiempo después algún listillo de cuyo nombre no quiero acordarme me copió el verso principal y tuvo la desfachatez de callar que se había inspirado en mi poema. En fin, allá él.