martes, 4 de noviembre de 2008

Noviembre

Noviembre me ha cogido por sorpresa
con su atmósfera gris y su piel triste.
Ha llegado como un toro que embiste
a poner hambre y sed sobre la mesa.

Me ha cogido a traición, y eso me pesa
cubriendo con su plomo cuanto existe.
Ahora pago el descuido, mi despiste,
la soledad amarga que me apresa.

Noviembre, ¿otra vez tú? ¿Tú aquí, canalla,
sabiendo que al llegar mi boca calla
y que no he de gozar de tu banquete?

Apártate de mí, oh miserable,
pues no conseguirás que mi alma hable.
Vete de aquí, noviembre, vete, vete.

© Juan Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Escrito el 17 de noviembre de 2000, exactamente un año antes de que me diagnosticasen la enfermedad.
Y es que noviembre es con diferencia el mes del año que menos me gusta. Y aún hoy, cada vez que llega este fatídico mes me echo a temblar: que si una extraña urticaria, que si un herpes, que si un bajón de las defensas...
Y qué decir de esas tardes tan cortas, tan tristes, tan de meterse en casa...
Lo dicho. Noviembre: miseria, hambre y sed en mi mesa.