Hoy por fin es el día de decirnos: "Sí, quiero",
de cumplir compromisos, de unir nuestros destinos.
Atrás quedan las dudas, los miedos, los obstáculos,
las noches sin descanso, las jornadas de sombra.
Es el día de abrir las ventanas del alma,
de darnos cada hora, de hacernos uno solo,
de andar hombro con hombro, de aceptar risa y llanto,
de compartir proyectos, de practicar ternura.
Hoy se enciende una llama, una luz que ilumina
cada paso que damos, cada éxito y fracaso.
Es como un libro en blanco para escribirlo a medias,
como una maquinaria que funciona al unísono.
Te ofrezco cuanto tengo, es tuyo cuanto logre,
no ha de faltarte apoyo, comprensión y respeto,
sacrificios, sonrisas, ilusiones, esfuerzos,
no ha de faltarte un beso, ni un perdón ni unas gracias.
Delante de este altar, en medio de estos muros,
rodeados de amigos, parientes y allegados,
sin otro patrimonio que unas manos y un alma
te digo simplemente: "PARA TODA LA VIDA".
© Juan Ballester
1 comentario:
Traigo al recuerdo este poema porque es muy especial para mí. Lo escribí hace hoy justamente 4 años (el 9 de abril de 2005), el día de mi boda.
La idea era leerlo durante la ceremonia, siempre y cuando mi esposa -excelente escritora y artista- hiciera lo mismo. Pero como a las mujeres siempre les faltan horas cuando se trata de ultimar los preparativos de la boda, no pudo ponerse a escribir nada al respecto, razón por la cual el poema se quedó en el bolsillo y no lo leí durante la ceremonia (aunque sí se lo leí a ella en privado una vez terminada ésta).
La calidad literaria en este caso creo que es algo secundario, aun cuando el poema no salió malo del todo.
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