domingo, 12 de julio de 2009

Soneto con dos mirlos

Ahora ya sé lo que hay al otro lado
de la puerta cerrada, qué se oculta
tras esa cerradura. Me resulta
claro y real el sueño imaginado.

Ahora ya sé el secreto, sé el pecado
que incita en mi interior la turbamulta;
mi propia piel, alzándome, me indulta,
mi corazón, abierto, me ha enseñado.

Otros mundos, otras vidas. No las quiero...
Otros amaneceres... Y me muero
con sólo pronunciarlos, con decirlos.

Sólo te quiero a ti, mujer quebrada,
que todo me lo das y me das nada.
Mi noche es negra, sí, pero hay dos mirlos.

© Juan Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Poema comenzado en abril de 2000 y terminado el 1 de mayo de ese mismo año, en Salamanca. En él planteo el contraste entre el mundo ajeno y el propio, decantándome al final por este último.

Indudablemente los tercetos brillan a más altura que los cuartetos desde todos los puntos de vista.