Temes perderme un día, me confiesas,
temes que ya no esté, que me haya ido,
que nuestros sueños cambien de sentido,
que se acabe este pan en nuestras mesas.
Temes que nuestras alas, ahora presas
de un raro bienestar que no hace ruido
abandonen las ramas de este nido
para emprender quizás otras empresas.
Mas no me perderás, porque mi norte
ha puesto rumbo al sur con paso firme
sin que el riesgo al naufragio nada importe.
No he de dar marcha atrás, no, no he de irme
pues tú eres mi frontera y pasaporte
y el faro luminoso donde asirme.
© Juan Ballester
2 comentarios:
Una preciosidad Juan, qué poema más bonito, una entrega perfecta.
Saludos.
Hola "Juan" que bellos poemas tienes.
Ha sido un gusto enorme pasar por tu blog y leerte.
Mis más cordiales saludos.
Éxitos!!!
Publicar un comentario