¿Cómo podré tocarte, amada mía
sin que mis dedos sueñen que te toco?
¿Cómo podré besar sin estar loco
esos labios de miel y algarabía?
¿Cuándo será el momento, cuándo el día
de abrazar tu fantasma que ahora evoco?
¿Cuándo gustar, sin que me sepa a poco,
tu suave voz, tu dulce melodía?
Oh, cómo echo de menos ese instante,
ese breve momento, ese destello,
ese llenarme el alma de burbujas.
¡Oh, cuándo podré verte, estrella errante,
mujer que me has alzado hasta lo bello,
ángel de la esperanza que me embrujas!
© Juan Ballester
No hay comentarios:
Publicar un comentario