jueves, 14 de enero de 2010

Al cruzarme contigo

Qué huracanes de pronto al cruzarme contigo
barriendo las aceras de este lunes sangrante,
instante irrepetible, destello inesperado
la reina y el bufón, el diamante y la piedra.

Qué pavoroso incendio al cruzarme contigo,
qué llamas devorando mi carne desplomada,
qué viejo de repente, qué pobreza en mis manos,
qué diccionario mudo mi lengua de batracio.

Qué explosión de palomas al cruzarme contigo,
desparramando ejércitos de notas musicales,
sinfonías de luz salidas de tus ojos,
partituras celestes que la piel interpreta.

Qué festín de corceles al cruzarme contigo,
desbocados, salvajes como ángeles sin rumbo,
qué hormigas por las venas, qué claveles ardiendo
poniendo en mis mejillas el color de la culpa.


Qué lluvias torrenciales al cruzarme contigo,
anegando silencios, desvaneciendo dudas,
alimentando versos que de nuevo te evocan,
mujer que me has herido eterna y dulcemente.

© Juan Ballester

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