La ruleta da vueltas, caprichosa,
uniendo los destinos de nuestros corazones.
Es inútil negarse,
inútil pretender que nada nos sucede,
inútil dar la vuelta o ponerse una venda
o sacarse los ojos o arrancarse la lengua.
Algo está sucediendo,
un desgarrón interno nos transforma en campanas,
una lluvia de estrellas cubre nuestro vacío,
un reloj sin manillas nos acerca al futuro.
"Hagan juego, señores",
nos dice algún croupier vestido de esperanza
y apostamos los dos al mismo número
sabiendo que la suerte ya está echada,
que no hay ley ni muralla ni dique ni frontera
que pueda separarnos,
sabiendo que la noche es un espacio
apto para soñar con nuevos mares,
con caricias prohibidas, con miradas ardientes,
con pájaros que cantan la verdad de tu rostro.
Algo está sucediendo en los balcones
de nuestra soledad.
© Juan Ballester
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