martes, 11 de mayo de 2010

Simplemente soneto

Un soneto es un patio con catorce ventanas
abiertas a la vida, como catorce flechas.
Es un rayo de luz entre calles estrechas
o un árbol rebosante de doradas manzanas.

Es el fénix buscado, trébol de cuatro hojas,
el traje de domingo con que se cubre el verso,
es un pájaro frágil, un sueño suave y terso,
una hermosa gacela, un pez con rayas rojas.

El soneto no muere, no duerme, no se acaba,
florece en cualquier alma, se posa en cualquier boca,
es galardón ansiado, recurso permanente.

Tiene piel de cordero, corazón de res brava,
alado duendecillo que todo lo trastoca,
milagro de la pluma, soneto simplemente.

© Juan Ballester

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