domingo, 9 de mayo de 2010

Mi pena es no poder decir tu nombre

Mi pena es no poder decir tu nombre,
es el castigo cruel de siete letras,
de siete ligaduras en los labios
como siete gacelas malheridas.

Mi pena es renunciar a esas tres sílabas,
no ser jamás capaz de pronunciarlas,
que me quemen la boca cada noche,
que se llenen de sed en cada esquina.

Mi pena es una rosa que perfuma
con su intensa fragancia mis poemas
que claman ese nombre en un lamento.

Mi pena es como un río caudaloso
que en su loco descenso hacia el océano
va enhebrando tu nombre hecho abalorios.

© Juan Ballester

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