miércoles, 8 de junio de 2011

Comienzo

Se empieza por un verso y no se sabe
cómo puede acabar la madrugada.
Se empieza por azar, casi por nada
pensando que no hay puerta, que no hay llave.

Un verso suelto acaso, sólo un ave
solitaria que no ha de hacer bandada,
un suspiro, una nota descarriada,
nada que cause alarma, nada grave.

Mas luego, igual que el agua, gota a gota
el verso se transforma en un poema
y éste crece a su vez, se multiplica.

Y aquello que pensabas simple nota
se te ha ido de las manos y te quema
como una lluvia fértil que salpica.

© Juan Ballester

1 comentario:

Ana María dijo...

Me gustan tus letras, con tu permiso me quedo a seguir tu blog.
Un saludo