domingo, 12 de junio de 2011

Las catorce venas

Para llorar de amor basta un soneto
como basta un botón para una muestra.
Un soneto es solista y es orquesta,
es arma arrojadiza y parapeto.

Con un soneto el alma habla en secreto
y el poeta su esencia manifiesta.
Pero escribirlo hermoso, cuánto cuesta,
qué extraño es el poder de ese amuleto.

Catorce versos, nada, un soplo apenas,
y sin embargo es feudo inexpugnable
para las alegrías y las penas.

Un soneto es locuaz aunque no hable
y en sus notas, que son catorce venas,
corre la sangre azul de lo imborrable.

© Juan Ballester

1 comentario:

Anna Francisca Rodas Iglesias dijo...

Paso a darte un abrazo literario y dejar constancia del disfrute que ha sido hoy, leer tu soneto tan lleno de verdades.

Anna Francisca