La noche
es ese espacio incierto donde habitan los sueños,
esa jaula sin llave donde aguardan tus manos,
ese lugar prohibido donde el sol se hace verso.
La noche
tiene el sabor extraño de un puñado de lluvia,
tiene el tacto secreto de tu boca de arena,
tiene la sed constante del ángel que te busca.
La noche,
serpentina que corre por un mar de silencio,
pandereta que llena los aires con tu nombre,
líquido que se vierte sobre mi piel de fuego.
La noche está de moda
desde que las estrellas reproducen tu rostro,
desde que los pasillos se llenan de preguntas,
desde que las manzanas han querido ser globos.
La noche,
el agujero negro que me engulle
cada vez que pronuncio tu mirada.
© Juan Ballester
1 comentario:
Un precioso poema.
Un abrazo muy fuerte.
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