sábado, 3 de marzo de 2012

La noche va cayendo

La noche va cayendo
sobre los mudos campos vestidos de noviembre.

Mi corazón te busca
oculta en las cunetas, pegada a cada curva,
flotando en cada nube,
brillando como brillan las estrellas.

A través del cristal, la carretera
es un látigo inmenso
que enrojece mi piel, que me flagela
con sólo recordar que entre tus labios
crece la flor hermosa de la melancolía.

La noche se apresura
mientras que cada pueblo se cubre de hojarasca.

Pasan los automóviles
con sus ojos cansados de devorar kilómetros,
con sus bocas ansiosas de pronunciar tu nombre,
con sus pies lastimados de tanto ir a tu encuentro.

La noche se hace inmensa
y ya no quedan buitres vigilando mis sueños.

El asfalto se impregna de ansiedad,
los murciélagos danzan al son de los relojes,
los poemas resurgen, al acecho
junto a cualquier desvío, entre las luces
de las gasolineras.

La noche se echa encima
mientras en las ciudades ya se hablará de fútbol.

Qué lejos aún están los besos que has de darme,
las palabras pendientes, los susurros que esperan,
las miradas que acaso han de salvarme
del oscuro cajón del olvido.

La noche se aproxima
y a lo lejos la estatua de Bécquer se sonríe
a solas, en el parque.

© Juan Ballester

2 comentarios:

Miriam Barri dijo...

Juan , podrías ponerle las "Reacciones" (Me Gusta, Interesante, etc) están en "Diseño, Editar Entradas", así es más fácil dejar constancia de que te hemos leído, fijate como tengo yo en el Blog o Flor Martí, por darte dos ejemplos. Perdón, soy una entrometida.
Bueno, me gusta este poema, tono melancólico y me encanta el final. Saludooo

Anónimo dijo...

Leer este poema me produce una extraña y melancólica sensación: la de tener que llegar a algún sitio, no se cuál, antes de una hora, no sé por qué, ya que en caso contrario la ilusión puede desvanecerse como se desvanece en el conocido cuento al cambiar el día.
El poema es ÚNICO, como TÚ y tu BLOG.