martes, 29 de octubre de 2013

Escuchas telefónicas


Hasta a la madre del moro
han espiado en la CIA,
¡qué vergüenza, madre mía,
qué ignominia, qué desdoro!
Me pregunto si a mi loro,
dicharachero y locuaz
también turbaron su paz
con las dichosas escuchas,
pues me consta que hubo muchas
orejas con antifaz.

© Juan Ballester

No hay comentarios: