domingo, 3 de noviembre de 2013

El banco del parque

Viejo banco del parque, pedazo de madera
que generosamente la fatiga has calmado,
ahora te encuentras todo podrido y oxidado
arrojado en la hierba de la peor manera.

Cuántas veces has dado descanso al caminante,
cuántas has acogido las citas amorosas,
a cuántos inspirado bellas rimas y prosas
o servido de cama a cualquier inmigrante.

Cuántas el visitante proporcionó sustento
a palomas o ardillas, a perros o a gorriones,
cuánta vida se esconde en tus negros tablones,
qué curiosos mensajes se leen en tu asiento.

Y ahora este pobre banco quieren se reemplace
por culpa de su aspecto envejecido y feo;
merece reposar dentro de algún museo
en vez de terminar cruelmente en un desguace.

© Ballester

1 comentario:

Rocío Biedma dijo...


La piedad humana, metaforicamente hablando, está presente en tu poema mi querido amigo. Siempre presente en la profundidad con que miras las cosas y valoras el tiempo y sus desgastes. Intachable poema Juan. Felicidades.