como si fueran pájaros cantándole a tu rostro,
quemando como brasas, brillando como gemas
y tu mirada es un altar donde me postro.
Se me llenan de versos que imitan tus colores,
que recuerdan los labios que besé tantas veces
y escucho conmovido sus gritos y estertores
por alcanzar tu boca y convertirse en peces.
Se me inundan de lluvia, se me llenan de rimas,
de frases doloridas que te acechan, calladas,
husmean tus cavernas, se acercan a tus cimas,
juegan con el silencio de tantas madrugadas.
A veces se me llenan las manos de tu ausencia
y me da por contarlo, por ensuciar renglones
y repito tu nombre, eco que me demencia,
y me hielo en tus ojos, deslumbrantes crespones.
A veces, ay, a veces, con palabras te evoco,
con sílabas te traigo, con sonidos te intento
y lloro como un niño y río como un loco,
mujer que cada noche te conviertes en viento.
© Juan Ballester
Puedes escucharlo recitado por Ana Álvarez (Khala) pinchando aquí:
http://www.goear.com/listen/30953b9/las-manos-llenas-juan-ballester
1 comentario:
Juan, el poema es fantástico, me ha encantado.
¡Qué suerte que cuentes con la poesía de tu lado para dejar fluir los sentimientos!
Felicidades y besos,
María José
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