sábado, 9 de enero de 2010

Mi próximo poema

¿Sobre qué tratará mi próximo poema,
ese que aún no he compuesto, que ni siquiera existe?
¿Habrá de ser alegre, o quizá será triste?
¿Cómo serán sus versos, qué abordaré en su tema?

¿Qué título tendrá? ¿Será largo y florido
o acaso será parco en palabras, o mudo?
¿Llegará con estruendo a dejarme desnudo
o vendrá de puntillas, casi sin hacer ruido?

¿Cómo será el poema? ¿Y cuál será su fecha?
¿Lo escribiré esta noche o a lo sumo mañana?
¿Y si antes de acabarlo me viene la desgana
y queda la hoja a medias, arrugada o mal hecha?

¿Quién lo habrá de leer? ¿Cómo hacer que interese
a quien lo encuentre un día, sin apartar la vista?
¿Dónde estará la clave, cómo hallaré la pista
para que entre la masa llame la atención ése?

¿Dónde está ese poema? ¿Dónde se encuentra ahora?
¿Me acecha vigilante, oculto tras la luna,
tirado en una esquina, en un cajón, o en una
simple brizna de polvo, aguardando su hora?

Mi próximo poema... ¿será el último, acaso?
¿El que le ponga el punto y final a mi obra
librándome del miedo, del llanto y la zozobra?
¿Habrá de ser un éxito, o mi postrer fracaso?

Poema, yo te espero con las manos abiertas
como se espera al hijo que ha de nacer un día;
ven pronto, mi poema, mi próxima poesía,
ven pronto a poner vida en mis calles desiertas.

© Juan Ballester

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