La distancia nos une, una vez más
y el tiempo se detiene en una curva;
nada falla del plan, nada perturba
este instante de magia, este jamás.
Atrás queda el olvido, la añoranza,
el quiero y el no puedo que nos parte,
la vida apuesta y juega su descarte,
el bien dicta su ley en la balanza.
Y al fin los tres, charlando y compartiendo
estrellas, cigarrillos e irlandeses
mientras la lluvia espera mejor suerte.
Y un brindis y la noche va cayendo
y el alma henchida sueña haciendo eses
con el aquí y ahora de tenerte.
© Juan Ballester
1 comentario:
Tus versos no son letra muerta, están siempre ahí, para mí, para ver el mundo de otra manera, y nunca puertas cerradas. Gracias.
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