No tenía esperanza de encontrarte
entre mi soledad,
pero sentí tus labios
esbozando un asomo de sonrisa,
y descubrí tus ojos en los míos
y en mi interior sonaron
una tras otra, todas las alarmas.
No esperaba encontrarte
con las manos tan llenas de ternura,
hablándome en silencio,
clavándote en mi piel como una astilla,
dibujando en mi alma
sueños que ni siquiera podía imaginar.
No esperaba encontrarte, y sin embargo
llegaste simplemente vestida de persona
sin música, sin fuegos,
tímida como el vuelo de una hoja,
como la luz que empapa el calendario.
No esperaba, de pronto,
llenar mis pensamientos con los pétalos
suaves de tus palabras.
© Juan Ballester
2 comentarios:
¡Cómo espero tus poemas!
Juan Ballester se nos ha ido el día de su santo, tan sólo hace cuatro días. Querido Juan, ya estás con tu Jardiel, seguramente escribiendo a medias con él, satirizando y sacando sonrisas en el cielo, porque ese es tu lugar. Fuiste un ángel en la tierra y no puedes ser otra cosa allá arriba. Te quedas en nuestro corazón, en mi corazón. Descansa en paz.
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