jueves, 30 de julio de 2009

Náufragos

Ideales perdidos, sueños que se evaporan
y nos dejan un poso de fracaso en la boca,
ilusiones remotas que el ayer nos evoca
y momentos felices que sin querer se añoran.

En torno ya no hay nada salvo un fétido aliento,
salvo unas fotos muertas sin calor y sin habla,
somos un poco náufragos a merced de una tabla
que flota a la deriva movida por el viento.

No hay ya voces ni nombres ni auroras ni esperanza
en el desierto mudo de estas vidas vacías,
no hay luces ni amapolas ni estrellas ni alegrías,
tan sólo queda arena donde la vista alcanza.

Rota está nuestra nave, rota y despedazada,
tragada para siempre por un cruel remolino,
en donde no habrá nadie que alivie este destino
y donde no habrá nada que nos consuele, nada.


© Juan Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Se trata de un poema escrito en 1994, tras una ruptura sentimental, época de grandes cambios y turbulencias en mi vida. Tenía la sensación de ser eso, un náufrago en medio del océano.