martes, 11 de agosto de 2009

Dolores

Ya me duelen las moscas
de tanto cavilar
y me duelen los besos
que no he llegado a dar.

Ya me duele el silencio
de mi barca sin mar
y hasta las mariposas
con que aprendí a volar.

Me duele la escritura
cruenta del calamar,
y la sed de mis labios
y el fuego de mi altar.

Me duele la ignorancia
y hasta el peregrinar
a través de mil sueños
que no llegué a estrenar.

Ya me duele la vida
con tan gran malestar
que ya no sé si dudo
o si he de despertar.

© Juan Ballester

2 comentarios:

Felisa Moreno dijo...

Gracias por tu comentario. A pesar de este premio, no creo que la poesía sea mi fuerte, no tengo nada que hacer en comparación a expertos como tú.

Un abrazo y feliz verano

Anónimo dijo...

Has de despertar, Juan.

Un gusto leerte, amigo.


Besos,
María José