Suena un violín, un triste gemido
que se arrastra en equilibrio por las cuerdas
donde duermen como pájaros las notas
de una sonata.
Suena un violín, suena una música
en el silencio de una esfera plateada
que da vueltas y vueltas y vueltas
siempre encerrada.
Suena un violín, y a la vez no suena
el armazón de madera con orejas,
simplemente gira y gira y se marea
el pentagrama.
© Juan Ballester
No hay comentarios:
Publicar un comentario