De repente te vas, y dejas todo
sin concluir, a medias, mal atado.
Te vas, te desenchufan, y no has dado
a tus cuentas pendientes acomodo.
De repente te marchas, y no hay modo
de enmendar los errores del pasado.
Estás vencido y solo y acabado
tirado en el arcén, en un recodo.
De repente la luz se debilita
y todo lo que fuiste te lo quita
esa súbita huida hacia el abismo.
Tiempo de recoger, de apresurarte
mientras la vida juega su descarte
y lo que aquí te dejes es lo mismo.
© Juan Ballester
1 comentario:
Que la salud, la suerte, la alegría, la familia y los amigos te acompañen estos días.
¡FELIZ NAVIDAD!
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