Sigue pintando el día de sonrisas,
sigue llenando el aire de ternura.
Tus ojos son dos pájaros sin prisas
que me cubren de verso y de locura.
Sigue poniendo flores en mis manos,
sigue dándome el viento y la semilla.
Tus ojos son el sol de los veranos
y la luna de invierno cuando brilla.
Sigue encendiendo antorchas en mis noches,
sigue vistiendo sueños en mi almohada.
Tus ojos son los faros de esos coches
que llenan de esplendor la madrugada.
Sigue poniendo panes en mi mesa,
sigue dándole al tiempo algún sentido.
Tus ojos son el rayo que no cesa
y el trueno arrollador que no hace ruido.
Sigue tejiendo encajes en mis horas,
sigue poniendo música a mi vida.
Tus ojos son palomas redentoras
trayéndome el amor en plena huida.
© Juan Ballester
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