jueves, 25 de marzo de 2010

La nueva palabra

Necesito inventar una palabra
capaz de definir el color de tus ojos.
Es muy vulgar hacerlo con léxico de siempre:
verde, marrón, azul, negro, gris, esmeralda…,
términos repetidos en donde apenas cabe
ni un brillo, ni un matiz, ni una expresión, ni un rostro.

Es muy pobre emplear la misma gama
que ha venido aplicándose hace siglos y siglos,
encasillar tus ojos en realidades básicas
como si su color fuese una ciencia exacta.
No cabe enjaular tanta belleza en un vocablo,
acudir a los tópicos,
a conceptos que ignoran que tus ojos son peces,
y tus pupilas pájaros,
que son estrellas, árboles, mariposas, arroyos,
saetas, fluorescentes, carruseles, tormentas.

Habría que probar,
inventarse palabras recién hechas:
texildo, calingur, laubisco, sumpraleno
y decir por ejemplo:
tus ojos sumpralenos, del color del laubisco,
llenan mi calingur de mágico texildo.

Y sólo así, con términos jamás escritos antes
se podría explicar mínimamente
el misterio, el secreto de esos astros
que embellecen tu rostro.

© Juan Ballester

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mejor defino los tuyos, me gusta como escribes, enhorabuena..!!

Pilar Fernández dijo...

Un poema muy hermoso. Cómo defines la importancia de la palabra. Inventar palabras nuevas, emociones nuevas, qué belleza encierran tus versos.
Felicidades, sabes transmitir.

Pilar.