jueves, 30 de diciembre de 2010

Año nuevo

Me duele este año nuevo como una roja herida,
como un verso encendido, como una lengua seca;
me duele de una forma desconsolada y hueca,
me duele, y es mi vida.

Otro ciclo cerrado, otro montón de hojas
que, amarillas, resbalan desde mi calendario
viendo pasar los trenes, inútil ferroviario,
sobre mis alas cojas.

Año nuevo, lo mismo. La misma sed, el mismo
camino polvoriento que a nada me conduce,
ni un pájaro o una flor, ni un viajero o un cruce
a solas con mi abismo.

Fin del noventa y nueve. Comienzo del dos mil.
Pero yo sigo anclado en este inútil puerto
ávido de otros mares, vacío y como muerto,
olvidado y senil.

Me duele este año nuevo como los otros años,
sin luz, sin voz, sin voto, sin sueños, sin futuro,
mientras mis manos secas se apoyan contra el muro
gris de los desengaños.

© 2000, Juan Ballester

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