lunes, 16 de mayo de 2011

Cuatro envases

La vida se resume en cuatro envases.
El primero, obviamente, el biberón,
ficticio sucedáneo del pezón,
clavo donde agarrarte, al que te ases.

El segundo, una lata de refresco
con sabor a limón, naranja o cola.
Jugar con los colegas, cómo mola,
el mundo y el dolor te traen al fresco.

Luego llega el tercero, la cerveza:
Ya eres un hombre al fin, sientas cabeza
y, gracias al trabajo, haces provecho.

Y por fin toca el cuarto, el gota a gota,
con la próstata mal, la boca rota
y te vas de una vez: esto está hecho.

© Juan Ballester

No hay comentarios: