lunes, 10 de diciembre de 2012

La noche perdida


Hoy no puedo dormir. Ya son las tantas
y mis labios se niegan al bostezo.
Quiero cerrar los ojos, mas tropiezo
con la cruda verdad de mis dos mantas.

Cuántas dudas me asaltan, cuántas, cuántas,
en esta nueva etapa que ahora empiezo.
Escribo, o tal vez no, tal vez sea un rezo
las frases que se rinden a mis plantas.

Las cinco ya y mañana la factura
de quedarse dormido en pleno día
escatimando sueños entre rejas.

He perdido la noche, y está oscura
a pesar de mi interna algarabía:
de nada sirve ya contar ovejas. 

© Juan Ballester

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