lunes, 13 de mayo de 2013

Cuántas veces caer

Cuántas veces caer, recubrirse de lodo,
ser de barro y estiércol, ser un escupitajo,
cuántas veces romperse, arrancarse de cuajo
y rodar sin sentido destrozándolo todo.

Cuántas veces perder, hincarse de rodillas
y dejar que la vida te golpee con saña,
cuánto cuesta llegar al pie de la montaña
para volver después, quemado y sin astillas.

Cuántas veces llorar, anegarse las venas
de un dolor que se extiende más allá de esta vida,
cuántos vanos intentos de hallar una salida
sin lograr más que angustia, incomprensión y penas.

Cuántas veces sufrir, ser un ave de paso
sin hogar y sin metas a no ser el olvido,
cuánto inútil esfuerzo por construir un nido
y quebrarlo mil veces por el saber escaso.

Cuántas veces volver con las alas marchitas,
con las orejas gachas y con la ilusión rota,
cuántas horas amargas nos deja la derrota
grabadas en el alma, sobre la piel escritas.

© Juan Ballester

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