viernes, 12 de junio de 2009

La mirada

Yo la miré, yo la miraba entonces,
la miraba fresca y sin contornos,
sólo eran dos pupilas entreabiertas
al fondo de unos ojos.

Y trepaba al son de la mirada
caliente que sin pausa se vertía
hacia mí; al ritmo constante
que unos hilos movían.

Hubo en tanto mirar un nuevo cielo,
una cascada de luces desangrada
gota a gota, silencio a silencio
como blanca sábana.

© Juan Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Lo escribí en enero de 1996 en el parque del Retiro de Madrid.