viernes, 17 de julio de 2009

Soneto desnudo

Me acerco hasta tu altar con ojos viudos
y con las manos llenas de silencio;
al pronunciar tu nombre me demencio,
al hablarte mis labios quedan mudos.

Mis pensamientos, blancos y desnudos,
reflejan el vacío que presencio;
la noche es mi enemiga, y lo evidencio
por los muros que eleva y los escudos.

Una invisible ausencia nos separa,
una abismal distancia es el problema
que nos abre las venas a zarpazos.

Las pesadillas bullen en mi cara
y ni siquiera sirve este poema
para estrecharte, amor, entre mis brazos.

© Juan Ballester

1 comentario:

juan ballester dijo...

Escrito el 5 de julio de 1998, a raíz de la lectura de un poema de Julio Herrera y Reissig titulado "La noche".
Desde el punto de vista formal, el segundo cuarteto resulta bastante pobre, sin duda motivado por la dificultad de las rimas, aunque para compensar creo que los últimos versos dignifican algo el resultado final.